sábado, 26 de septiembre de 2015

Peirano



Partidos disputados
Primera división
Copa España
Copa de la Liga
7
3
3
1
PEIRANO
(1984/1985)
Miguel Ángel Peirano Castro
30/06/1960 Montevideo (Uruguay)
Delantero




Delantero que llegó con una aureola de goleador de gran calidad técnica aunque en Sevilla no llegó a demostrar nada. En las oportunidades que se le dieron en el equipo no aportó ni en juego colectivo ni individual, disputando tan solo siete partidos antes de abandonar el club al final de su única campaña vistiendo la camiseta blanca.




Carrera deportiva (extracto del artículo por Colussoscontrakukletas , @colussokukleta)

Nacido en Montevideo el 30 de junio de 1960, Miguel Ángel Peirano desarrolló desde su más tierna infancia su gusto por el fútbol jugado en la plazuela, si bien los niños mayores del barrio solían utilizar su corpulencia para ganarle la partida, él suplía sus carencias con regates inverosímiles, habilidad y velocidad, lo que no pasó desapercibido para los aficionados del fútbol de la calle, llamando la atención de distintos e que tras formarse en distintos equipos charrúas, como el poderoso (tiene cañones) Tanque Sisley, donde comenzó su simpar andadura como pelotero para pasar posteriormente por el Rentista hasta que un equipo del nivel del Peñarol lo recluta para sus filas y lo hace debutar en primera. En el equipo aurinegro se mantiene durante tres temporadas con un gran rendimiento, proclamándose campeón de la Libertadores en 1982 y llegando a vestir la camiseta de la selección uruguaya con la que se proclama campeón de los juegos Panamericanos, anotando el gol del triunfo en la final contra Brasil.
En 1984 el presidente del Sevilla Gabriel Rojas necesita un golpe de efecto que permita al Sevilla establecerse en los puestos altos de la tabla y para ello piensa en el uruguayo como pieza clave. A pesar de que Peirano contaba con varias ofertas de Europa, tras arduas negociaciones consigue la cesión del goleador con una opción de compra siendo la única incorporación que el Sevilla realizó esa temporada por lo que las expectativas puestas en el charrúa eran muchas y a su llegada la afición lo recibió con la esperanza de que se convirtiera en la referencia ofensiva del equipo. El jugador se autodefinió como “un jugador técnico, estoy en forma y deseando agradar al entrenador” y se mostró predispuesto a jugar de desde ya, por lo que a los pocos días debuta en el Trofeo Ciudad de Sevilla e incluso marca un gol en la final contra el Boca Juniors, si bien es cierto que Moisés se la puso para que solo tuviera que empujarla. 
Como buen fichaje extranjero del Sevilla de la década de los 80/90, la llegada del transfer se eternizaba lo que le impidieron debutar con la camiseta del Sevilla en liga hasta octubre en partido correspondiente a la séptima jornada en el Pizjuán contra el Español. Las ganas de ver al nuevo eran grandes, comienza el partido, Peirano la toca un par de veces, se desmarca otro par, sin que se le vieran detalles reseñables y en el minuto 33 de partido el árbitro le saca la roja por darle una patada a N’Kono. Fin de su debut. No volvió a jugar hasta enero donde le dieron dos ratitos más en los partidos que enfrentaron al Sevilla con el Rácing y el Osasuna y a partir de ahí pasa al ostracismo más absoluto, disputando tan solo minutos en Copa del Rey y en la extinta Copa de la Liga contra el Nastic y nunca más se volvió a saber de Peirano, pues Manolo Cardo confiaba plenamente en Magdaleno y lo que le había ofrecido el uruguayo no convenció en absoluto. 
Obviamente el Sevilla no hace efectiva la opción de compra y el jugador se marcha al River Plate (el de Uruguay, no el argentino). Por lo que se ve que el Sevilla se quedó con ganas de tener un delantero uruguayo porque por si no había tenido suficiente, no tuvo otra ocurrencia que sustituir a Peirano por su compatriota Nadal, que resultó también nefasto. 
Miguel Ángel Peirano continúa su carrera en distintos clubs sudamericanos como el CD Progreso o el LDU Quito e incluso tiene una nueva aventura europea en el potente Levadiakos griego.


Un poco más:

No hay comentarios:

Publicar un comentario