Partidos disputados
Primera división
Segunda división Promoción 1ª Copa de España Copa UEFA |
285
182
69 2 27 5 |
PRIETO
(1989/2003)
José Miguel Prieto Castillo
22/11/1971 Albacete
Defensa |
Pieza básica de la defensa en la década de los 90, futbolista de carácter de los que dan todo lo que tienen. Central expeditivo y contundente de una gran condición física, rápido al corte y nunca rehuía el cuerpo a cuerpo. Toda una vida en sevillista, una serie de lesiones propició la retirada de un jugador de equipo imprescindible en un vestuario.
Carrera deportiva (extracto del artículo de Sevillismo en vena, @sebarili)
Saber más:
José Miguel Prieto
Castillo nació en Albacete el 22 de noviembre de 1971. Se formó en la cantera
del Albacete Balompié y debutó con el primer equipo con apenas 17 años recién
cumplidos. Por aquel entonces el conjunto manchego se encontraba en segunda B. Su
debut se produjo en el estadio del CD Olímpic de Xativa, donde jugó como
titular causando una grata sensación. A partir de ese momento logró hacerse un
hueco como titular y completó una gran temporada jugando principalmente como
lateral derecho. Militando en la cantera del Albacete alcanzó la
internacionalidad con la selección sub 15, 16 y 17.
El rendimiento del
jovencísimo defensor del Albacete no pasó desapercibido para los ojeadores del
Sevilla, que consiguieron su fichaje antes del inicio de la campaña 1989/1990.
Prieto aceptó encantado la oferta sevillista y se trasladó a Sevilla para jugar
en el Sevilla Atlético.
En el club hispalense
sabían que se trataba de un futbolista muy prometedor que seguramente daría que
hablar en el futuro, pero dada su juventud, decidieron que siguiera fogueándose
jugando en el filial, en segunda B.
Las cosas no pudieron
salirle mejor a Prieto, pues tanto él como Pascual, Conte, Carvajal y Andrades
hicieron la pretemporada con el primer equipo. El joven internacional sub 17
causó buenas impresiones y Vicente Cantatore decidió que contaría con él para
el primer equipo. Apenas jugó en el Sevilla Atlético ya que el técnico
argentino decidió ascenderle al primer equipo.
El Sevilla contaba
entonces con grandes centrales de la talla de Diego, Salguero, Nando, De la
Fuente o Martagón, además de Mino. Una lesión de Martagón, propició el debut de
Prieto con el primer equipo a sus 18 años apenas recién cumplidos.
El central manchego pasó
con nota su "bautismo" en primera división, viendo una tarjeta
amarilla en la victoria a domicilio del Sevilla ante el Tenerife por un tanto a
dos. En la siguiente jornada también partió como titular contra el Celta de
Vigo, aunque fue sustituido en la segunda parte tras mostrarse demasiado
nervioso.
Prieto ya no volvería a
disfrutar de más minutos en primera división ante la feroz competencia que
había en su puesto aunque continuó entrenando con el primer equipo y entrando
en las convocatorias. Su ímpetu por ganarse un puesto en los entrenamientos y
la intensidad con la que entrenaba hicieron que Diego Rodríguez le apodara cariñosamente "el
tiburón", un apodo que éste mencionó en una entrevista en directo con José
María García justo antes del debut del albaceteño, y que acabaría acompañando a
Prieto durante toda su carrera a partir de ese instante.
Prieto afrontaba su
segunda temporada en el conjunto sevillista como una de las más firmes promesas
del equipo. Vicente Cantatore seguía contando con una amplia nómina de
defensores muy experimentados, por lo que Prieto solo pudo participar en seis encuentros de liga. Aún así, ya se había hecho un hueco en la plantilla del
primer equipo e incluso había logrado ser internacional sub 19.
Precisamente en uno de
esos encuentros internacionales, ante Portugal, sufrió una grave lesión, la
temida triada, que le hizo perderse los últimos partidos de la temporada y
permanecer en el dique seco durante ocho meses aproximadamente.
Prieto comenzó la
campaña 91/92 lesionado y logró reaparecer a mediados de la competición
totalmente recuperado, la línea defensiva del Sevilla seguía siendo
prácticamente la misma, aunque en el banquillo sevillista el uruguayo Víctor
Espárrago había revelado a Vicente Cantatore. El joven central participó en
siete partidos de liga, todos ellos como titular, generalmente en la posición
de lateral derecho y rindiendo a un nivel notable. Además, durante esta
campaña, Prieto logró dar el salto a la selección sub 21.
Prieto afrontaba su
cuarta temporada como sevillista a pesar de no haber cumplido aún los 21 años y
siendo internacional sub 21. La plantilla sufrió una profunda renovación en
esta campaña y se apostó por el prestigioso técnico argentino Bilardo, además
de acometer el fichaje de Maradona. A pesar de que el equipo no cumplió con las
expectativas creadas, Prieto logró consagrarse en la zaga sevillista. El
sistema empleado por Bilardo favoreció su titularidad y el central manchego
participó en 30 encuentros de liga a un gran nivel. Su ímpetu y agresividad en
el terreno de juego le costaron un par de expulsiones y cierta fama de jugador
duro. Ese, sin duda, era un aspecto que debía mejorar.
Prieto se ganó a pulso
la renovación de su contrato por tres temporadas más tras la buena campaña que
realizó el año anterior, sin embargo, la llegada de Luis Aragonés no favoreció
en un principio al central albaceteño, el Sabio de Hortaleza preferió en un
principio decantarse por la experiencia de Diego, Martagón o Cortijo, además de
Ferreira, al que conocía bien tras su paso por el Atlético de Madrid.
Por tanto, Prieto sufrió
un ligero retroceso en su nivel de progresión, disputando casi únicamente
encuentros de copa en la primera vuelta. En la segunda vuelta logró ganarse una
mayor confianza por parte del técnico madrileño y dispuso de bastantes más minutos.
Además, siguió contando habitualmente para la selección sub 21. Al finalizar la
temporada, Prieto había participado en trece encuentros de liga, anotando su
primer gol como sevillista en El Molinón, un tanto que además significó la
victoria del Sevilla.
Prieto participó en el
europeo sub 21 disputado en Francia a finales de la temporada, disputando todos
los partidos como titular y siendo el capitán de aquella selección. España
terminó el campeonato como tercero en un torneo en el que participaron
futbolistas emergentes como Figo, Vieri, Panucci, Zidane o Thuram, entre otros
muchos excelentes jugadores.
Luis Aragonés continuó
al frente del equipo durante la temporada 94/95, consiguiendo clasificar al
Sevilla para jugar la Uefa al término de la misma.
Prieto cumplía su sexta
temporada en el club a pesar de contar con tan solo 23 años. Llegó a
convertirse en una pieza importante dentro del esquema de Luis Aragonés durante
gran parte de la temporada, en la que disputó 26 partidos de liga.
La campaña que debía ser
ilusionante por el regreso del Sevilla a Europa comenzó de la peor manera
posible con el descenso administrativo a segunda B que vivió el club en plena
pretemporada, aquel verano del 95, aunque finalmente ese descenso no se produjo
y se amplió la liga hasta los 22 equipos. Aquel suceso afectó negativamente a
la plantilla y supuso un verdadero lastre para el equipo, iniciándose a partir
de ese momento una fase de decadencia en el club que duró varios años.
A pesar de ello y del
pobre rendimiento del equipo durante toda la temporada (hasta tres técnicos
dirigieron al Sevilla esa campaña), Prieto firmó la mejor temporada de su
carrera y probablemente podría haber llegado a ser convocado por la selección
absoluta si no fuera por el pobre rendimiento del Sevilla y la escasa tendencia
de Javier Clemente a la renovación de aquella selección.
A mediados de la
temporada, el defensor sevillista firmó una nueva renovación de su contrato que
ampliaba su relación con el Sevilla hasta el 30 de junio del 2000.
Prieto había conseguido
dejar atrás sus problemas de agresividad sin dejar de ser contundente, se había
transformado en un futbolista mucho más maduro y sereno, había mejorado tanto
en la marca como en la salida de balón y poseía un juego aéreo a tener en
cuenta.
Las bajas que sufrió el
Sevilla durante la temporada propiciaron que jugara varios partidos en la
posición de lateral derecho, rindiendo a un gran nivel igualmente. Los 48
partidos disputados por Prieto en esta temporada (40 de liga, 3 de copa y 5 de
uefa) reflejan el nivel que mostró y la importancia que adquirió en el equipo.
Además, a partir de esta temporada comenzó a ejercer como capitán del Sevilla.
La campaña 1996/1997
resultó ser nefasta para el Sevilla, acabando con sus huesos en segunda
división.
Prieto se perdió gran
parte de la temporada al arrastrar una lesión del curso anterior, en la que
mantuvo el tipo a base de infiltraciones y antiinflamatorios. La lesión que
sufría en una de sus rodillas acabó
transformándose con el tiempo en una lesión crónica, teniendo que pasar por el
quirófano prácticamente cada año. El defensor sevillista no reapareció hasta
casi mediados de la temporada, en la que participó en 23 partidos de liga,
aunque sin llegar a alcanzar el nivel mostrado en su anterior campaña.
Prieto iba a cumplir 26
años y por primera vez en su carrera iba a jugar en segunda división. Junto a
Monchi, eran los únicos futbolistas que pertenecían a la vieja guardia tras una
obligada renovación de la aquella plantilla.
El Sevilla afrontó la
temporada con la seguridad de que el ascenso sería una tarea fácil, pero nada
más lejos de la realidad, el equipo no logró acercarse al objetivo y hasta
cuatro fueron los entrenadores que se sentaron en el banquillo del Sevilla
aquella temporada. Prieto fue titular y disputó 31 partidos de liga, anotando
un gol en la primera jornada. A pesar de no alcanzar el nivel que mostró un par
de temporadas atrás, fue uno de los pocos futbolistas que se salvaron en la
gris campaña que firmó el Sevilla.
Prieto inició su segunda
campaña consecutiva en segunda división con el papel de titular indiscutible
aunque tras la disputa de las primeras jornadas volvió a recaer en su lesión de
rodilla, perdiéndose la mayor parte de la temporada.
Logró reaparecer en el
último tramo de liga, aportando su solvencia defensiva y experiencia al equipo.
Jugó como titular los últimos encuentros de liga convirtiéndose en el baluarte
de la zaga sevillista junto a Hibic e incluso disputó los 180 minutos completos
de la eliminatoria de promoción frente al Villareal, que acabó significando el
regreso del Sevilla a la máxima categoría con Marcos Alonso en el banquillo
sevillista. Prieto disputó aquella campaña catorce partidos de liga, tres de
copa y los dos de la promoción. La calidad del griego Vassilis Tsartas acabó
marcando la diferencia aquella temporada.
El equipo no se reforzó
convenientemente en su regreso a primera división y acabó descendiendo
nuevamente en una temporada marcada por graves errores arbitrales en contra del
Sevilla a lo largo de toda la competición.
Marchena e Hibic le
ganaron la partida a Prieto, con problemas físicos durante buena parte de la
temporada, en la que solo pudo participar en 17 partidos de liga.
Una vez consumado el
descenso, el Sevilla se deshizo de sus mejores activos para intentar paliar la
deuda. Además, el club pretendía acometer una profunda renovación de su
plantilla, deshaciéndose de las fichas más altas. En esta última categoría
entraba Prieto pero en el club no se quiso tomar ninguna decisión importante
hasta que Roberto Alés se convirtiera en el nuevo presidente electo.
El central sevillista
vivió meses de incertidumbre, su contrato expiraba pronto y nadie del club se
sentaba a negociar su renovación. Prieto presentía que sería su última
temporada como sevillista, muy a su pesar.
Finalmente, el club le
ofreció una renovación a la baja y terminó aceptando la propuesta, a pesar del
serio interés que mostraron el Zaragoza, sobre todo, y algún que otro equipo de
primera en su contratación. Una decisión que reflejaba su sentimiento
sevillista, tras casi once años en el club.
En la temporada
2000/2001 la directiva comandada por Roberto Alés realizó una profunda
renovación de la plantilla. El club se deshizo de los futbolistas con las
fichas más altas de la plantilla, contrató como técnico a Joaquín Caparrós y se
llevó a cabo una política de fichajes muy austera.
En esta campaña llegaron
al Sevilla futbolistas como David Castedo, Pablo Alfaro, Casquero o Notario,
entre otros, que contribuyeron al ascenso y terminarían convirtiéndose en la
base del equipo en primera división.
Prieto, con 29 años, era
el futbolista que más años llevaba más años en el club. Durante la temporada
formó una gran pareja defensiva junto a Pablo Alfaro, conformando una de las
defensas menos goleadas de la categoría.
Aunque Prieto nunca
volvió a ser el mismo tras tantas lesiones y recaídas, el central firmó una
gran campaña, aportando su veteranía y contundencia a la zaga sevillista.
Demostrando una gran profesionalidad, el experimentado defensor realizó un
trabajo físico importante que le permitió estar disponible durante la mayor
parte de la temporada, exceptuando los problemas físicos que le hicieron
perderse las primeras jornadas, y que una vez superados, hicieron que retomara
la titularidad.
El Sevilla finalizó la
temporada como campeón, consiguiendo el ansiado ascenso. Prieto participó 24
encuentros de liga a lo largo del campeonato y su contrato fue renovado automáticamente
al superar la barrera de los veinte partidos disputados.
En plena pretemporada, de
la 2001/02, Prieto acaparó los titulares de prensa tras agredir a un miembro
del equipo arbitral que dirigió un encuentro amistoso que disputó el Sevilla en
Portugal. La agresión se produjo en la zona de vestuarios y algunos periodistas
aseguraron que Prieto huyó del lugar por una ventana de las instalaciones.
El club tuvo que tomar
medidas al tratarse de uno de los capitanes del equipo y uno de los futbolistas
más experimentados de la plantilla, por lo que consideraban que su violento
comportamiento no tenía justificación. Así, el club decidió expedientarle e
incluso le suspendió de empleo y sueldo durante un breve periodo de tiempo.
Prieto, pidió perdón
públicamente poco tiempo después y solicitó una oportunidad al club de sus
amores. Durante esos momentod lo cierto es que se encontró con pie y medio
fuera del Sevilla, aunque finalmente el club recapacitó y perdonó al defensor
sevillista.
Su fuerte carácter le
jugó sin duda una mala pasada, no obstante, ese carácter también le hizo ser
protagonista en otra anécdota mucho más positiva aunque la prensa no se hiciera
eco de ella. Gallardo, otro exsevillista canterano, contó años después como
Prieto, estando junto al resto de la plantilla en el autobús, se bajó de
inmediato al ver como un ladrón le robó el bolso a una señora. Se escondió y
cuando pasó por su lado... Palabras literales de Gallardo: "El niñato no
lo vio. Prieto le hizo una entrada que hubiera sido roja.
¡Impresionante!".
Tras años de penurias,
el Sevilla afrontaba con gran ilusión su retorno a primera división. Prieto
contribuyó su granito de arena como secundario de lujo en la consolidación del
equipo en la categoría, que rozó incluso la clasificación europea. La llegada
de Javi Navarro al club le restó protagonismo al albeceteño, que rindió a un
buen nivel en los minutos de los que dispuso. La defensa del Sevilla fue la
base principal del gran rendimiento que ofreció el conjunto sevillista como
recién ascendido, finalizando la campaña como uno de los equipos menos goleados
del campeonato.
A
sus 31 años, Prieto afrontaba la que iba a ser su catorceava temporada
consecutiva en el Sevilla sin saber que sería la última de su carrera
deportiva. Comenzó jugando como titular en la primera jornada de liga pero tuvo
que ser sustituido en el descanso al sufrir molestias en su rodilla.
Finalmente, Prieto no logró recuperarse plenamente de su rodilla y tuvo que
retirarse al finalizar la temporada tras catorce años defendiendo la camiseta
del Sevilla, convirtiéndose en un futbolista histórico para la entidad.
Trayectoria:
1988/89 Albacete Balompié
1989/03 Sevilla F.C.
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