sábado, 7 de mayo de 2016

Rafa Paz



Partidos disputados
Primera división
Copa España
Copa de la Liga
Copa UEFA  
386
340
36
2
8
RAFA PAZ
(1984/1997)
Rafael Paz Martín
2/08/1965 La Puebla de Don Fadrique, Granada
Centrocampista




Centrocampista de banda derecha, en cualquier demarcación tanto como lateral o como carrileros ofensivos, también como interior y extremo. De gran resistencia física, gran zancada y velocidad le permitían recorrer la banda una y otra. Futbolista de gran pundonor y batallador, gustaba de llegar a la línea de fondo,buscando asistir a los atacantes. Poseía también un gran disparo a media distancia.  



Carrera deportiva (extracto del artículo de Sevillismo en vena, @sebarili)

Rafa Paz nació en la localidad granadina de la Puebla de Don Fadrique en el año 1965. El deporte siempre estuvo muy presente en su niñez y además del fútbol, el granadino también practicaba el balonmano y no debía hacerlo nada mal, pues uno de los equipos más importantes de España en aquel momento, el Club Balonmano Calpisa, llegó a interesarse por él, aunque Rafa ya tenía muy claro por aquel entonces que su único sueño era ser futbolista.
Comenzó jugando en las filas del Huéscar, el equipo de un pueblo cercano a su localidad, donde a pesar de contar con tan solo 13 años, logró hacerse un hueco en el equipo amateur. Poco tiempo después, dio el salto a las categorías inferiores del Granada 74, donde llamó la atención de los ojeadores del Real Madrid, llegando a hacer una prueba para incorporarse a la cantera madridista junto a otro compañero, aunque finalmente no superó dicha prueba y permaneció en el Granada 74, posibilitando así que tras su participación con la selección granadina en un campeonato juvenil, Pepe Alfaro, un gran descubridor de talentos que tenía el Sevilla, se fijara en él. Tras una reunión en las oficinas del club a la que acudió acompañado de su padre, acordó su incorporación al club sevillista en el verano de 1980, cuando tenía tan solo 15 años.
Aquel paso adelante de Rafa Paz sería clave en su carrera. Ya en los juveniles del Sevilla, comenzó a ser llamado habitualmente para jugar con las distintas categorías de la selección nacional. Su nombre empezó a sonar como uno de los jugadores con más futuro de la cantera sevillista, apareciendo por vez primera en la prensa de la época.
Al comienzo de la temporada 1983/1984, Rafa Paz pasó a formar parte de la plantilla del Sevilla Atlético, que por aquel entonces militaba en tercera división e intentaba año tras año el ascenso sin éxito, pues a pesar de que finalizó varias veces como campeón, al filial se le atragantaba la eliminatoria del ascenso. En esa misma campaña, el granadino se enfrentó por primera vez al primer equipo del Betis al quedar emparejado con el filial sevillista en la Copa del Rey. El Sevilla Atlético dio la cara en la eliminatoria e hizo sufrir de lo lindo al eterno rival para pasar a la siguiente ronda.
Al final de la temporada fue convocado, junto a su compañero Tirado, para disputar el Europeo sub18 que se disputaría en la Unión Soviética.
Ya en la siguiente campaña, la 1984/1985, Rafa Paz tuvo la oportunidad de debutar en primera división, aunque no lo hizo con los jugadores del primer equipo si no con sus compañeros del filial (Manolo Jiménez, Ramón, Fermín Galeote, Serna...) y frente a los canteranos del Athletic de Bilbao, debido a la huelga que convocó la AFE para esa jornada.
Aquel partido, perteneciente la jornada nº 2 del campeonato nacional de Liga, finalizó con victoria sevillista por tres goles a cero, con Manolo Cardo sentado en el banquillo del Sevilla.
Apenas un año después de su anecdótico debut en la máxima categoría, Rafa Paz fue convocado por Jesús Pereda para jugar el Mundial sub20 que se disputaría finalmente en la Unión Soviética, la misma sede del Europeo sub18 anterior.En la lista para el Mundial sub20 figuraban nombres como los de Lopetegui (Real Madrid), Fernando (Valencia), Goikoetxea (Osasuna) o Nayim (Barcelona), que posteriormente disfrutarían de una larga carrera en primera división al igual que Rafa Paz.
En la convocatoria, además de su compañero en el filial Tirado, también estaban Marcelino (ex-entrenador del Sevilla) y hasta tres jugadores más que acabarían compartiendo vestuario con el granadino en Nervión; Juan Carlos Unzué, Patxi Ferreira y Sebastián Losada, quien curiosamente se hizo con la bota de oro del torneo.
La selección realizó un gran campeonato y finalizó el torneo como subcampeón tras caer en la prórroga de la final ante la poderosa selección de Brasil, donde Rafa Paz y Tirado disputaron el encuentro íntegro, representando así al Sevilla en un duelo que levantó una enorme expectación y que fue televisado en directo.
A su regreso a la ciudad hispalense, el presidente del Sevilla, Gabriel Rojas, les impuso la insignia de oro del club a ambos jugadores del filial en los prolegónomos de un Sevilla-Las Palmas, a modo de reconocimiento.
Rafa Paz permaneció en el Sevilla Atlético durante la temporada 1985/1986, donde continuó llevando a cabo una magnífica labor, que finalmente se vio recompensada con su verdadero debut con el primer equipo en la última jornada del campeonato, disputando los últimos minutos de un Zaragoza-Sevilla disputado en el estadio de La Romareda.
Por aquel entonces, Manolo Cardo, un técnico que siempre tuvo muy en cuenta a la cantera, cumplía su quinta campaña como entrenador del Sevilla sabiendo que no continuaría en el club, por lo que no se quiso marchar del club sin premiar la gran labor del granadino en el filial. Apenas un mes después, Rafa Paz también disfrutó de algunos minutos en la extinta Copa de la Liga.
Tras haber debutado con el Sevilla y con la selección sub21 en la campaña anterior, Rafa Paz realizó la pretemporada 86/87 con el primer equipo, a las órdenes del escocés Jock Wallace. Finalmente, el canterano logró hacerse un hueco como interior diestro en las alineaciones y prácticamente lo jugó todo aquella temporada, convirtiéndose en el particular correcaminos del Sevilla por la banda derecha.
Bajo el novedoso formato del "play-off" en la Liga, Rafa Paz disputó nada menos que 39 partidos de liga y anotó dos tantos que significaron la victoria del Sevilla ante Athletic y Las Palmas. El granadino de 21 años pasó a ser futbolista del primer equipo a todos los efectos por méritos propios tras la gran campaña realizada. Además, el canterano sevillista se convirtió en titular habitual con la selección sub21 y estuvo muy cerca de fichar por el Real Madrid al finalizar el campeonato, pues Ramón Mendoza se interesó seriamente por su fichaje e incluso logró reservarse una opción preferencial sobre el granadino en caso de una posible venta por parte del Sevilla.
Xavier Azkargorta relevó a Jock Wallace en el banquillo sevillista, aunque ello no influyó en la titularidad del granadino, que comenzó la temporada en plena forma. Rafa Paz fue titular durante toda la primera vuelta y llegó a cuajar algunas actuaciones realmente espléndidas, convirtiéndose en el auténtico pulmón del Sevilla.
Sin embargo, una fractura de peroné le apartó del equipo durante casi toda la segunda vuelta, reapareciendo en el último tramo de la temporada para disputar las últimas tres jornadas de Liga. En total, Rafa Paz participó en 19 partidos de liga.
A pesar de que durante el transcurso de la campaña 1988/89 se sentaron hasta tres técnicos distintos en el banquillo del Sevilla, Rafa Paz conservó su puesto de titular con todos ellos.
Xavier Azkargorta, Pepe Ortega y Roque Olsen confiaron en sus cualidades y el granadino participó a un gran nivel en 33 partidos de liga, en los que anotó tres goles, uno de ellos en el estadio del eterno rival, donde el Sevilla venció 1-3. Pese a ello, el conjunto sevillista finalizó el campeonato en mitad de la tabla, siguiendo la tónica general de las últimas campañas.
La llegada, en la 89/90 de Vicente Cantatore significó el regreso del Sevilla a la Copa de la UEFA tras varios años de ausencia, en buena medida, gracias a un Toni Polster pletórico.
Rafa Paz supo ganarse la confianza del técnico argentino a base de trabajo y se convirtió en un futbolista indispensable para el conjunto sevillista, disputando 37 partidos de liga, realizando numerosas asistencias y anotando 6 goles, estableciendo así el mejor registro goleador en su carrera.
El canterano sevillista firmó posiblemente su mejor temporada como futbolista profesional, llegando a debutar con la selección absoluta a principios de 1990 frente a la selección de Checoslovaquia.
A lo largo de la campaña, el granadino se marchó ovacionado del campo en numerosas ocasiones al ser sustituído en el Sánchez Pizjuán. El reconocimiento del sevillismo no fue algo aislado, pues a la conclusión del campeonato el interior diestro fue convocado por Luis Suárez para disputar el Mundial que se disputaría en Italia. 
A pesar de que Rafa Paz ya había debutado con la selección absoluta y tenía experiencia con la sub21, la convocatoria del granadino no dejó de causar cierta sorpresa, pues el futbolista del Sevilla competía con varios jugadores en su puesto y al contario que su compañero Manolo Jiménez, quien ya tenía cierto peso en la selección, no tenía asegurada su presencia en Italia. Para alegría del granadino, finalmente fue convocado y a los 25 años, Rafa Paz tendría la oportunidad de disputar un Mundial.
Luis Suárez era el seleccionador de la absoluta. Ya le había tenido a sus órdenes en la sub21 y le conocía bien, por lo que no dudó en recurrir al granadino para afrontar el Mundial. Por tanto, el Sevilla estaría representado en el torneo más prestigioso por dos futbolistas criados en la ciudad deportiva, el propio Rafa Paz y Manolo Jiménez.
La selección cuajó un decepcionante campeonato, pues se tenían puestas muchas esperanzas en aquella generación de futbolistas. España cayó en los octavos de final ante Yugoslavia y Rafa Paz solo pudo disfrutar algunos minutos, saliendo desde el banquillo frente a Uruguay, en la fase de grupos, y también en la eliminatoria de octavos ante Yugoslavia.
Pese a ello, el jugador sevillista logró causar una buena imagen sobre el terreno de juego y continuó contando para Luis Suárez después del Mundial, disputando un par de encuentros frente a Brasil e Islandia. Sin embargo, esas serían sus últimas comparecencias con la selección española, pues los siguientes seleccionadores, Vicente Miera y Javier Clemente no volverían a contar con él. 
Vicente Cantatore continuó dirigiendo al Sevilla la siguiente temporada, aunque no llegó a alcanzar los éxitos conseguidos en el curso anterior. Rafa Paz comenzó el campeonato como titular, como no podía ser de otra manera, y disputando sus primeros partidos en competiciones europeas, donde el Sevilla cayó sorpresivamente eliminado en los dieciseisavos por el Torpedo de Moscú.
Durante la primera vuelta, el internacional sevillista no logró alcanzar el nivel de la campaña anterior y atravesó un bajón en su juego, lo que provocó que perdiera la titularidad en algunos encuentros. Además de pasar por alguna que otra lesión muscular, Rafa Paz vivió momentos de incertidumbre al sufrir unos extraños mareos a los que los médicos, en un principio, no encontraron explicación.
Por fortuna, el cuerpo médico acabó determinando que el origen del mareo y malestar general tenían un origen cervical. Superados estos problemas, Rafa Paz terminó la campaña como titular, aunque su temporada no fue lo bastante buena como para ser convocado nuevamente por la selección española. Rafa Paz, acostumbrado a jugarlo todo, solo pudo participar en 23 partidos de liga repartidos durante toda la campaña, en los que marcó un gol.
Víctor Espárrago sucedió en el banquillo a Vicente Cantatore en la 91/92 y el Sevilla realizó una campaña bastante discreta, finalizando en el duodécimo puesto, a pesar de contar con una de las mejores delanteras de Europa, compuesta por Iván Zamorano y Davor Suker.
Con la llegada del técnico uruguayo, Rafa Paz se vio relegado a la suplencia en las primeras jornadas del campeonato y aunque participó habitualmente desde el banquillo, no se hizo con la titularidad de forma continuada hasta mediados del campeonato, siendo interrumpida por una rotura de menisco que le hizo perderse casi toda la recta final de la liga. A pesar de ello, el canterano sevillista jugó como titular la última jornada del campeonato. En total, Rafa Paz participó en 24 partidos de liga, anotando un par de goles, uno de ellos, el de la victoria ante el Real Madrid en el Sánchez Pizjuán.
Bilardo se hizo cargo del Sevilla en la siguiente campaña que, inevitablemente, estuvo marcada por la llegada de Diego Armando Maradona, y es que el astro argentino era considerado como el mejor futbolista del mundo. Esto, sumado a la llegada de Simeone, hizo que el Sevilla tuviera un marcado acento argentino en esta temporada.
Aunque la temporada del conjunto sevillista causó cierta decepción entre los aficionados, pues el equipo  no consiguió clasificarse para jugar en Europa, Rafa Paz volvió a sus registros habituales y cuajó una notable campaña, volviendo a ser el que era.
Bilardo fue uno de los técnicos que más marcaron al granadino en su extensa carrera. Por el sistema utilizado, el entrenador argentino le ubicó en la posición de carrilero diestro, donde tenía que hacer un gran esfuerzo en cada partido. En el carril opuesto solía utilizar a Jiménez y era bastante habitual ver a ambos futbolistas tirar diagonales e incluso intercambiar sus posiciones. Rafa Paz participó en 33 partidos de liga, en los que anotó tres goles, uno de ellos, anotado frente al Tenerife, supuso el gol nº 2500 del Sevilla en primera división.
Luis Aragonés, otro entrenador de gran prestigio, desembarcó en Nervión con el objetivo de devolver al Sevilla a las competiciones europeas. Tal como ocurriera en la pasada campaña con Bilardo, Rafa Paz volvió a ocupar la posición de carrilero en banda derecha. El granadino y Soler encajaban perfectamente en el sistema utilizado por el Sabio de Hortaleza, pues ambos futbolistas tenían mucho recorrido, eran ofensivos y poseían una resistencia digna de admiración.
Rafa Paz volvió a ser nuevamente una pieza insustituible para el Sevilla, como demuestran los 36 partidos de liga en los que participó. Además, asumió la responsabilidad de ser uno de los capitanes de la plantilla sevillista, algo que ya hizo la campaña anterior, aunque todos los pesos pesados de la plantilla nervionense estuvieron de acuerdo en que Maradona portase el brazalete de capitán mientras el argentino estuviera sobre el terreno de juego. A pesar de que el conjunto hispalense cuajó una gran campaña, la clasificación para la UEFA se escapó en la última jornada. En Copa, el Sevilla se quedó a las puertas de disputar las semifinales.
Luis Aragonés continuó al frente del equipo otra campaña, logrando la clasificación para disputar la Copa de la UEFA al finalizar el conjunto nervionense en el quinto puesto. La afición sevillista quedó bastante satisfecha con el rendimiento del equipo y la clasificación europea se celebró por todo lo alto después de que el Deportivo de La Coruña se hiciera con la Copa del Rey (era necesario).
Rafa Paz fue el dueño absoluto de la banda derecha, participando en 35 partidos de liga, en los que dio 5 asistencias y anotó 4 tantos.
Tras el éxito de la pasada campaña, Luis Aragonés no renovó con el Sevilla y su lugar fue ocupado por Toni, un entrenador portugués sin experiencia en la liga española.
El Sevilla volvía a Europa y afrontaba una campaña ilusionante. Sin embargo, las cosas comenzarían a torcerse muy pronto, pues en plena temporada la plantilla sevillista recibió la triste noticia del descenso administrativo del club a segunda B. Ante tanta incertidumbre, el sevillismo se echó a la calle y la Liga dio marcha atrás, ampliando la competición a los 22 equipos. No obstante, la entidad y la propia plantilla recibieron un mazazo del que no lograrían reponerse, pues a partir de ese momento se iniciaría una de las etapas más oscuras del club. Los problemas institucionales, económicos y deportivos provocaron que el Sevilla llegara a la última jornada con opciones de descender. Aunque finalmente, la permanencia se consiguió frente al Salamanca, en la última jornada de liga y con una actuación estelar de Davor Suker, quien ya tenía apalabrado su fichaje por el Real Madrid.
En la Copa de la UEFA, el Sevilla no tuvo fortuna al quedar emparejado con el Barcelona en los octavos de final y aunque peló dignamente la eliminatoria, acabó apeado de la competición.
Hasta tres entrenadores se sentaron en el banquillo aquel año; el mencionado Toni, Juan Carlos Álvarez y por último, Víctor Espárrago. Todos ellos confiaron en el granadino, que participó en un total de 31 encuentros de liga y anotó dos goles decisivos en el Carlos Tartiere, donde el Sevilla, a un solo punto del descenso, logró una importantísima victoria con un hombre menos sobre el terreno de juego y con Rafa Paz como la figura del partido.
La campaña 96/97 terminaría siendo la última de Rafa Paz en el Sevilla. Con el polémico González de Caldas en la presidencia, la temporada estaría marcada por los incesantes problemas institucionales, que inevitablemente salpicaron en lo deportivo. A pesar de la llegada del técnico de moda en el fútbol español (José Antonio Camacho) y los numerosos refuerzos, el equipo prosiguió en la dinámica de la pasada campaña y no pudo evitar el descenso.
Hasta tres entrenadores dirigieron al Sevilla durante el transcurso de la temporada (Camacho, Bilardo y Julián Rubio) y aunque Rafa Paz fue titular durante la mayor parte del campeonato, una lesión en el tobillo imposibilitó su participación en el último tramo de la competición. En total, Rafa Paz participó en 28 encuentros de liga, en los que anotó dos goles y aunque la plantilla sevillista ofreció un rendimiento insuficiente en líneas generales, el compromiso y sacrificio del granadino estuvo fuera de cualquier duda.
El descenso empañó la impecable trayectoria de Rafa Paz en el Sevilla, al igual que la de otros muchos compañeros que llevaban muchos años en el club. Pasado el amargo trago del descenso, el Sevilla le comunicó que no entraba en los planes para la próxima campaña y bajo estas circunstancias, Rafa Paz, a punto de cumplir los 32 años, ponía fin a su etapa en Nervión tras quince años en la entidad.
Al que había sido dueño y señor de la banda derecha del Sánchez Pizjuán durante buena parte de las décadas de los 80 y 90 le llegaba la hora de despedirse del sevillismo, algo que aunque ya se veía venir, llegaba en las peores circunstancias posibles.
Rafa Paz no fue el único en decir adiós al Sevilla, pues Manolo Jiménez y Martagón, dos auténticos pesos pesados del vestuario nervionense y canteranos como el granadino, corrieron la misma suerte al finalizar sus contratos. Algunos otros futbolistas de la vieja guardia como Juan Carlos Unzué o Marcos Martín también pondrían punto y final a su etapa en el Sevilla siendo traspasados.
El descenso se certificó en la antepenúltima jornada tras la derrota en el Carlos Tartiere, el estadio donde la temporada pasada había reflotado el Sevilla. Con un encuentro aún por jugar en el Sánchez Pizjuán, el partido ante el Espanyol significaría la despedida de varios jugadores.
A Rafa Paz, al igual que a Jiménez (Martagón estaba lesionado), se le ofreció la titularidad frente al Espanyol a modo de despedida, pero el granadino, una persona muy emotiva, declinó hacerlo y pidió disculpas por ello a la afición. Así, Rafa Paz se marchó del Sevilla sin hacer ruido, tal como llegó, y sin tener una palabra más alta que otra, mostrando únicamente gratitud.
La gestión deportiva del Sevilla en aquellos años quedaría en entredicho, cuando la temporada siguiente, el club contrató a otros dos veteranos (Nando y Alfredo Santaelena) para ocupar los puestos que habían dejado huérfanos Rafa Paz y Jiménez. Para colmo, el conjunto sevillista no consiguió el ascenso y realizó una pésima temporada, viviendo auténticos desastres como la eliminación copera ante el Isla Cristina o el 0-4 del Levante en Nervión.

Los datos de Rafa Paz como sevillista:
386 partidos oficiales (340 primera división, 36 Copa del Rey,  8 UEFA, 2 Copa de la Liga).
26 goles.
62 tarjetas amarillas y 6 rojas.
8 internacionalidades con la sub21 y 7 con la absoluta.
Subcampeón Mundial sub20 (1985).

Frustrada su intención de retirarse en el Sevilla, Rafa Paz, que aún se sentía con fuerzas para continuar jugando profesionalmente al fútbol, no tuvo más remedio que comenzar a escuchar propuestas para buscar un nuevo equipo. El granadino desestimó la posibilidad de continuar jugando en España por el cariño que le guardaba al Sevilla, por lo que finalmente decidió fichar por el Atlético Celaya, descartando una oferta de la Bundesliga. El idioma y la cultura de México, además de las sensaciones positivas que le transmitieron los futbolistas españoles que militaban en el conjunto mexicano, fueron determinantes a la hora de tomar la decisión por parte del granadino.
Rafa Paz llegaba al Atlético Celaya para sustituir a Míchel en la banda derecha, que se retiraba definitivamente. Allí, el granadino coincidiría con los exmadridistas Butragueño y Martín Vázquez, antiguos compañeros en la selección española. Fue una corta pero bonita experiencia para Rafa Paz. El exsevillista disputó únicamente el Torneo de Invierno, participando en 14 partidos y marcando un tanto.
Una vez concluída su experiencia en México, decidió colgar las botas. Desde entonces, Rafa Paz ha continuado vinculado al mundo del fútbol de uno u otro modo. Además de dirigir dos escuelas de fútbol base, las del Club Náutico de Sevilla y la que lleva su nombre en la localidad de Mairena del Aljarafe (donde reside), también ha colaborado como comentarista durante varios años e incluso ha disputado habitualmente partidos con el Sevilla FC de veteranos.

Trayectoria:
1983/84 Sevilla Atlético
1984/86 Sevilla Atlético / Sevilla FC
1986/97 Sevilla FC
1997/98 Atlético Celaya (México)




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