Partidos disputados
Primera división
Segunda división Copa España |
32
24
6 2 |
MANOLÍN BUENO
(1971/1973)
Manuel Bueno Cabral
5/02/1940 Sevilla
Delantero |
Destacado extremo zurdo con habilidad en el regate, técnica en el control y facilidad para asistir a los compañeros. Llegó al Sevilla al final de su carrera, con un gran palmarés en el Real Madrid, siendo un habitual en su primera campaña dejando algunos destellos de lo que se esperaba de él.
Carrera
futbolística (extracto del artículo de Cadistas1910, @cadistas1910)
Nació en Sevilla el 5 de
febrero de 1940, pero muy pronto su familia puso rumbo a Cádiz. Su padre, Don
Manuel Bueno, ex portero sevillista, había empezado una brillante carrera como
portero en Cádiz que tras colgar las botas comenzó a ejercer de masajista para
el equipo de Cádiz, pasando a vivir junto a su familia en las instalaciones del
Mirandilla. Más tarde, una vez construido el Ramón de Carranza, siguió
vinculado al club como conserje, lo que hizo que la familia Bueno-Cabral
viviese dentro del estadio en una vivienda habilitada para el encargado general.
Fue precisamente esto lo
que marcó el devenir futbolístico de Manolín Bueno. Qué mejor escuela para
Manolín, que el propio estadio del Cádiz, donde vivía y convivía con todas las
figuras que por el equipo amarillo pasaron. Allí, a todas las horas, respiraba
fútbol, y fútbol del bueno, con arte hasta decir basta. No es de extrañar, por
tanto, que juntos los genes y los deseos de emular a los Rubio, Fernández,
Roldán, ..., dieran como resultado un futbolista de la talla del que nos ocupa.
El caso es que el joven
Manolín comienza a jugar “en serio” con 13 años; antes había jugado algunos
partidos en los juveniles del Cádiz (por aquel entonces, apenas se jugaban
algunos partidos al año en esas categorías).
De ahí pasó a al Balón
C. De F., que al entrenar también en el estadio, lo incorporó desde casi que
podía pegarle a la pelota.
Al año de estar enrolado
con los balonistas, Manolo sufrió una lesión que amenazó con cortar su
prometedora carrera. Le dijeron el Cádiz que de comenzar tan joven a jugar con
balones de reglamento (en aquella época, auténticas piedras), su pie se había
deformado y que debía abandonar la práctica del fútbol.
Pero el padre de Manolín
no aceptó el diagnóstico, y se llevo a la joven promesa a Sevilla. Una decisión
de lo más acertada, puesto que el médico que lo vio allí, lo curó apenas con un
par de inyecciones, recuperando así el joven Bueno la ilusión por el fútbol.
Al enterarse el Sevilla
(con el que el padre de Manolín mantenía muchos contactos) de que Bueno andaba
por allí, fueron a pescarlo. Prácticamente estaba todo dispuesto para que
Manolín firmara por el Sevilla, pero a última hora un secretario técnico del
club nervionense dio al traste con la operación, por considerar que el zurdo
era demasiado joven. Era un golpe del que Manolín se recuperaría enseguida.
Abortado el fichaje por
el Sevilla, Manolín volvió a Cádiz, con idea de volver a entrenar con el Balón.
Al vivir en el estadio, esporádicamente el primer equipo del Cádiz lo
incorporaba para partidillos. Fue así como Manolín terminó jugando en el primer
equipo de la ciudad.
En el verano de 1958, el
Rapid de Viena (entonces, Viena Sport) viajó a Cádiz a disputar el Trofeo
Carranza, cayendo ante el Real Madrid por 5-3. Los austríacos sin embargo
permanecieron en la Tacita para el partido presentación del equipo amarillo.
Manolín Bueno estaba viendo dicho partido desde la privilegiada localidad que
constituía su casa. En el descanso, el entrenador del Cádiz le preguntó por
Manolín a su padre:
- ¿Está ahí tu hijo?
- Sí, está dentro,
comiéndose un bocadillo - ¿Podría jugar con nosotros en la segunda parte?
- Sí claro, ahora mismo lo llamo
Manolín saltó al campo
tras el diálogo entre entrenador y padre en el descanso, y gracias a sus dos
goles, los amarillos se llevaron el triunfo. Fue así como Bueno pegó el salto
definitivo al primer equipo gaditano. Una temporada le bastó al sevillano para
demostrar las grandes condiciones que tenía para el mundo del fútbol y para
deleitar a los aficionados con algunas de las mejores acciones que se han visto
por la ciudad y le valieron de escaparate para que el Real Madrid se fijase en
él, y se hiciera de inmediato con sus servicios. Eran muchos los equipos que le
venían siguiendo varios meses (Barcelona, Valencia, Sevilla, ....) pero el padre
de Manolín prefirió que su hijo fuera al club merengue. Antes de finalizar la
temporada, Manolín era ya jugador blanco.
Manolín Bueno llegó al
Madrid en el mes de junio de 1959. En aquella temporada hubo una gran
renovación en la plantilla madridista, comenzando por el técnico (Carniglia
deja su puesto a Fleitas Solich), y siguiendo por una buena parte de los
jugadores: se van Joseíto, Pereda, Segurola… y llegan hombres de fama, como los
brasileños y Canario, un extremo diestro de gran calidad, y Walter Pereira
“Didí”, de quien se habían hecho grandes elogios en el Mundial de Suecia.
A esas dos estrellas
“canarinhas” se unen el húngaro Kaszas, procedente del Español, el delantero
sevillista Pepillo, el defensa de Osasuna Pachín, otro defensa, este canario,
Pantaleón; un medio del Murcia, Vidal, se repescó a Casado, del Plus Ultra, y llegó,
procedente del Cádiz, Manolín Bueno, un fino extremo izquierda con ansias de
comerse el mundo.
La primera campaña de
Bueno en el Madrid es un tanto desilusionante respecto al número de partidos
que juega, pero muy fructífera en cuanto a títulos se refiere, con una Copa de
Europa y una Intercontinental para abrir su palmarés madridista. Bueno juega
ocho partidos oficiales, en los que consigue tres goles, distribuidos de la
siguiente manera: tres partidos de Liga, un gol; cuatro encuentros de Copa, dos
goles, y uno de la Intercontinental, cero goles.
Por desgracia para
Manolín, esta situación no cambió en las temporadas venideras. Nada menos que
once campañas estuvo Bueno en la disciplina del club merengue, sin poder nunca
imponerse al que era su gran rival por el puesto, Gento. Paradójicamente, su
última temporada en el Madrid, la número 12, en la que llegó a jugar ¡20!
partidos de Liga y cinco más de Copa, fue la de su despedida de los de
Chamartín (que decidieron no renovarle). ¿Por qué aguantó tanto un hombre de su
calidad esa situación de “eterno suplente”?.
En efecto. Algunos
pensarán que Manolín Bueno, como se le conoció futbolísticamente, fue el
jugador que peor suerte tuvo vistiendo la camiseta del Real Madrid; otros, por
el contrario, serán de la opinión que bastante suerte tuvo como futbolista al
vestir la camiseta del Real Madrid, y estar en la plantilla con futbolistas de
la talla de Di Stéfano, Puskas, Rial, Santamaría, Pachín, Amancio y, sobre
todo, Gento, el hombre que le tapó su progresión en el fútbol, aunque el
montañés no hiciese otra cosa que la que sabía, jugar al fútbol, hasta ser
considerado el mejor extremo izquierdo del mundo. El caso es que entre el
espectacular juego de Gento, y que “no cogía ni un triste constipado”, como señala
el propio Manolín entre grandes carcajadas, el bueno de Bueno se vio condenado
a la eterna suplencia. Una situación que él supo sobrellevar con gallardía y
con elegancia.
El mismo evoca aquellos
tiempos, algunas décadas después. “Yo, como todo jugador profesional, quería
jugar, pero no me podía ir del Real Madrid porque existía una ley “el derecho
de retención” con la que el Club te tenía atado de por vida. Además, yo tuve la
desgracia de encontrarme con el mejor extremo izquierdo del mundo".
Pero no se crean ustedes
que Bueno no jugó ni un solo partido con el Madrid, ni mucho menos. En los doce
años en lo que estuvo en dicho club, disputó un total de 243 partidos
defendiendo la camiseta blanca, una buena marca si no fuese porque más de la
mitad fueron partidos amistosos, ya fueran nacionales o internacionales.
Cabe señalar que cuentan
los más eruditos que el Real Madrid institucionalizó los “partidos de los
jueves”, amistosos que se jugaban ese día de la semana, bien contra equipos
españoles o extranjeros, por el hecho de que “jugase Manolín Bueno”. Puede ser
que haya algo o mucho de cierto en eso, pero lo que sí es seguro es que
aquellos partidos nos permitieron conocer al “otro Madrid”, al equipo B, a los
jugadores “tapados” por los Puskas, Gento, Di Stéfano, Santamaría, Amancio...
como fueron el propio Manolín Bueno, Miche, Serena, Casado, etcétera. Para
nuestro protagonista aquellos partidos tuvieron una gran aceptación entre los
aficionados, pero se quitaron porque “como metíamos tantos goles, ganábamos
muchas primas”, y eso no gustó a algunos de los titulares.
Lo cierto es que con los
“partidos de los jueves”, llamados así por jugarse en ese día concreto de la
semana, el Real Madrid pretendía conseguir dos objetivos. Por un lado que la
afición conociese, deportivamente hablando, a los jugadores reservas o que
menos actuaban con el primer equipo, y por otro, venían a ser algo así como los
“partidillos” que habitualmente realizan en el entrenamiento los equipos de
fútbol.
Bueno fue consumiendo
temporadas y amasando títulos. Su palmarés engrosaba de tal manera que sería la
envidia de cualquier jugador que no militase en el Real Madrid. No hubo año, en
los doce que estuvo en el equipo, que no sumase un título de Liga, Copa, Copa
de Europa o Intercontinental, a su currículo, e incluso algunos los hizo por
partida doble.
“La temporada de los
“Ye-yés” fue impresionante porque se ganó una Copa de Europa con todos los
jugadores del país. Estaba cantado. Un día vino desde Bilbao un amigo de don
Santiago Bernabéu y estando en el vestuario le dijo: ‘Lo único que té falta es
ganar la Copa de Europa con todos los jugadores españoles en el equipo’. Y
acertó, aunque se comenzó perdiendo la final. Luego, al acabar el partido
aquello era una locura, tanto de los que habían jugado como de los que habíamos
estado en las gradas”, señala este mito futbolístico.
Manolín Bueno esperaba
su momento, que pareció llegar en la temporada 1970-71, en plena madurez del
jugador. Participó en 20 partidos de Liga y llegó a la final de la Recopa, pero
esta final, que tuvo que decidirse en dos partidos al haber empatado en el
primero de ellos, sería, a la postre, su condena y, paradójicamente, la del
hombre que le había tapado la posibilidad de jugar en el Real Madrid: Paco Gento.
Tras la final perdida hubo una renovación en el equipo que afectó de lleno a
Bueno. El sevillano enfiló rumbo a la tierra que le vio nacer a emprender
nuevas aventuras.
Si en el Real Madrid lo
tuvo “crudo” para jugar, en la selección se le presentó el mismo problema
corregido y aumentado, pues a la sempiterna presencia de Gento había que añadir
la de Enrique Collar, extremo izquierdo, también sevillano, que defendía los colores
del Atlético de Madrid. Bueno sólo tiene en su palmarés tres presencias con la
selección española, una con la llamada “Promesas”, y dos con la B. A punto estuvo
de debutar con la A, pero una lesión de abductores, producida el día anterior
al choque, le privó de ello.
Tras la salida del
Madrid, Bueno recibió una oferta del Sevilla, equipo de la tierra que le vio
nacer, que en cierto modo le ponía en la órbita del fútbol, al permitirle jugar
domingo tras domingo en la máxima categoría del fútbol español. El comienzo no
pudo ser mejor. El Sevilla se puso líder en las primeras jornadas, pero poco a
poco el equipo fue perdiendo gas y a la postre terminó bajando de categoría.
No acabaron aquí las
cosas, y en la segunda temporada las desgracias se hacen compañeras de la
plantilla sevillista. “Estando jugando en Pasarón, ante el Pontevedra, cuando
cayó fulminado mi compañero Berruezo, con paro cardíaco del que no se
recuperó”, revive Bueno este triste episodio que aún se mantiene fresco en la
memoria. Tras esta campaña, Bueno piensa en la retirada, pero una llamada del
club en el que se dio a conocer, el Balón, le hizo seguir con las botas
puestas.
Estuvo jugando dos años
en el Balón, ayudando y divirtiéndose con el fútbol más modesto, hasta que una
llamada de Enrique Mateos, su compañero en el Real Madrid, le llevó al Cádiz
como su ayudante en la dirección del equipo, terminando así su carrera activa
de futbolista.
Trayectoria:
1958/59 Cádiz CF
1959/71 Real Madrid CF
1971/73 Sevilla FC
Un poco más:
- Estadísticas - Bdfutbol
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