Partidos disputados
Primera división
Segunda división Copa de España Copa UEFA |
176
116
33 21 6 |
MOYA
(1993/94 - 1998/00)
Gabriel Moya Sanz
20/03/1966 Alcalá de Henares, Madrid
Delantero |
Mediapunta que durante dos épocas vistió la elástica blanquiroja. Atacante con una arranque explosivo, de gran habilidad, con la dosis necesaria de picardía y muy difícil de marcar para los defensores. Tanto en su faceta de segundo delantero o incluso partiendo desde las banda explotaba sus virtudes de desborde y verticalidad hacia el área rival.
Carrera deportiva (extracto del artículo de Sevillismo en Vena, @sebarili)
Gabriel Moya nació en
Alcalá de Henares en 1966. Sus primeros pasos en el mundo del fútbol se
producen en el Algete FC para después militar en las filas del equipo de su
localidad, la RSD Alcalá, que militaba en segunda B. Allí empieza a despuntar
en edad juvenil llamando la atención del Real Valladolid, que se hace con sus
servicios en 1986.
En su primera temporada
en el Valladolid coincide con Vicente Cantatore, que posteriormente presentó su
dimisión una vez disputada la primera jornada, y luego con Xavier Azkargorta,
dos técnicos que posteriormente entrenarían al Sevilla. En el Valladolid también
jugaba un jovencísimo Onésimo, que también vistió la camiseta sevillista una
década después. Moya, que por aquel entonces tenía 20 años, debuta en primera
división saliendo desde el banquillo en la primera jornada de liga. En su
primera temporada en la élite, el atacante participa en 24 partidos y marca su
primer gol en primera división en el Santiago Bernabeú frente al Real Madrid.
En su siguiente campaña,
la 1987/1988, Vicente Cantatore vuelve al Valladolid y Moya goza de total
confianza por parte del técnico argentino, participando en 35 partidos y
logrando marcar 8 tantos. Su excelente temporada se vió recompensada con su
debut en la selección española sub 21.
En la temporada
1988/1989, Moya pierde protagonismo con la llegada al equipo del delantero
yugoslavo Janko Jankovic y la competencia en su puesto de Peña, Fonseca y
Alberto. Aún así participa en 19 encuentros en los que anota un gol. El
Valladolid, con Fernando Hierro en sus filas,
llegó a jugar la final de la copa del rey frente al Real Madrid, en la
que fue derrotado por 1-0.
La campaña 1989/1990 fue
la consagración definitiva de Gabi Moya en primera división, jugando 33
partidos de liga y debutando en competición europea, en la extinta Recopa.
Además el de Alcalá de Henares marcó 8 goles en liga. Curiosamente, Moya anotó
un hat trick frente al Sevilla en la jornada nº 31. Su excelente rendimiento le lleva a debutar
con la selección española en diciembre de 1989, en la victoria de España a
Suiza por 2-1.
La temporada 1990/1991
sería la última de Moya en el Valladolid, el delantero participó en todos los
partidos (38), siendo titular en 35 ocasiones y marcando 7 goles. El atacante
sumó tres internacionalidades más y anotó su primer y a la postre único gol con
la selección española. Sus buenas actuaciones llamaron la atención del Atlético
de Madrid, que le ficha para la siguiente temporada.
Moya militó en el
Atlético de Madrid las temporadas 1991/1992 y 1992/1993 bajo las órdenes de
Luis Aragonés. En su primera campaña, el atacante disputa 32 partidos de liga y
anota 5 goles, además de conseguir su primer título, una copa del rey. Moya
disputó la final como titular frente al Real Madrid. Ésta campaña sería la
última en la que jugó con la selección española, sumando en total 5
internacionalidades. La siguiente temporada no fue tan exitosa para el
delantero, Luis Aragonés, su gran mentor, fue despedido en la jornada nº 20
tras una mala racha de resultados. Esa circunstancia y la fuerte competencia
motivan que Moya solo participe en 23 partidos de liga, 17 como titular,
marcando 6 goles.
En la temporada
1993/1994 el Sevilla contrata a Luis Aragonés como técnico, lo que facilita el
fichaje de Gabi Moya a sus 27 años por 70 millones de las antiguas pesetas. Al
técnico madrileño le gustaba traer jugadores de su confianza y la buena
relación que existía entre las directivas del Sevilla y del Atlético de Madrid
posibilitaron que varios futbolistas llegaran a Nervión procedentes del
Manzanares, entre ellos el propio Moya, Soler y Ferreira.
En su
primera campaña como sevillista, Moya se compenetró muy bien con Suker,
formando una gran delantera. El delantero participó en 35 encuentros de liga y
marcó 6 goles. El Sevilla se quedó a las puertas de entrar en Europa al
finalizar la campaña.
En su segunda temporada
en Nervión, la 1994/1995, el punta sevillista calca los números de la anterior
campaña en cuanto a partidos y goles, consiguiendo además clasificar al Sevilla
para jugar en la competición de la uefa. El delantero madrileño era uno de los
jugadores más queridos por la afición sevillista.
En su tercera campaña
como sevillista, la 1995/1996, Luis Aragonés decidió no continuar en el
Sevilla. Ese mismo verano, antes de comenzar la temporada, se produce un desastre
para la entidad, el Sevilla descendía administrativamente a segunda B junto al
Celta, debido a un retraso en la presentación de unos avales, como exigía la
Ley del Deporte. El sevillismo vivió un infierno durante 15 días, provocando
una manifestación multitudinaria sin precedentes de sevillistas en pleno agosto
exigiendo la permanencia del club en primera división.
Finalmente y ante las
presiones, la Liga dió marcha atrás y amplió la competición a 22 clubes, tras
haber ascendido a Albacete y Valladolid para que ocuparan las plazas de Celta y
Sevilla.
Tras el fatídico suceso,
el Sevilla realizó una mediocre temporada, logrando sellar la permanencia en la
última jornada y finalizando duodécimo en la liga. El conjunto sevillista
inició la temporada con el técnico portugués Toni, que fue destituido tras
disputarse las primeras ocho jornadas de liga. El club decidió poner en su
lugar a Juan Carlos Álvarez, que por aquel entonces entrenaba al filial, pero
los resultados del equipo hacen que finalice la temporada Víctor Espárrago, que
dirigió al conjunto sevillista las últimas 19 jornadas de liga. A pesar de la mala temporada en general del
equipo, Moya fue uno de los jugadores más destacados, participando en 36 encuentros
de liga y anotando 8 goles. Además también tuvo muchos minutos en todos los
encuentros de uefa que el Sevilla disputó hasta caer eliminado frente al
Barcelona, al que anotó un gol en aquella eliminatoria.
Tras finalizar la
temporada Moya decide cambiar de aires y llega a un acuerdo con el Valencia,
que dirigía Luis Aragonés, una vez finalizado el contrato que le vinculaba al
Sevilla.
En la campaña 1996/1997
Moya tenía 30 años, afrontaba su primera temporada en el Valencia junto al
entrenador con el que mejor había rendido y con jugadores de la talla del Piojo
López, Mendieta o Romario. A pesar de la competencia y de que el entrenador
madrileño fue despedido transcurridas las primeras 13 jornadas, el punta
madrileño gozó de cierta confianza del sustituto de Aragonés, Jorge Valdano. Moya
participó en 35 partidos de liga y marcó 7 goles, uno de ellos al Sevilla en el
Pizjuán, que no celebró. También disputó 7 encuentros en la uefa y anotó dos
goles en la competición europea. Aunque fue de más a menos su temporada fue
bastante aceptable. A pesar de ello, al finalizar la campaña, el Valencia llevó
a cabo una regeneración importante de la plantilla que llevó hasta 7 de sus
jugadores al Mallorca y Moya fue uno de los damnificados a sus 31 años.
En la temporada
1997/1998, Moya aterriza en la isla de Mallorca, en donde coincide con el
exsevillista Monchu y con unos jóvenes David Castedo y Martí, que
posteriormente escribirían sus nombres con letras de oro en la historia del
Sevilla Fútbol Club. El Mallorca, que era un recién ascendido, realizó una
espectacular temporada bajo las órdenes de Héctor Cúper, llegando a la final de
la copa del rey, en la que salió derrotado en los penaltis por el Barcelona.
Moya, debido a las lesiones, no tuvo el protagonismo deseado y participó en 23
encuentros de liga, anotando 3 goles.
El Sevilla afrontaba su
segunda temporada consecutiva en segunda división en la 1998/1999 con una gran
necesidad económica. El Mallorca estaba interesado en Carlitos, que ya había
jugado como cedido en el conjunto balear. Finalmente el Sevilla traspasó a su
canterano por unos 500 millones de pesetas, incluyendo además el traspaso de
Gabi Moya al Sevilla, valorado en 100 millones. El exsevillista de 32 años
volvía así a la que fue su casa desde 1993 a 1996.
Aunque Moya, algo
mermado físicamente, ya no era el mismo futbolista, seguía siendo un jugador de
muchísima calidad pero que ahora tenía que afrontar un rol distinto.
El delantero madrileño
volvió a vestir la camiseta sevillista en la primera jornada de liga, saliendo
como sustituto en el minuto 70 en la victoria del Sevilla frente al Ourense por
3-0. La afición, que sentía un gran aprecio por el jugador, le brindó una
espectacular ovación al salir al césped.
Moya tuvo un papel
secundario como jugador revulsivo, ofreciendo un notable rendimiento en su
nuevo rol. Participó en 33 encuentros, 17 de ellos saliendo como suplente y
logró marcar 4 goles.
Fue decisivo en la
última jornada de liga, donde el Sevilla se jugaba el ascenso en La Rosaleda
frente al Málaga, el conjunto sevillista necesitaba ganar para optar al ascenso
ya fuera de manera directa o jugando la promoción. Moya, con su característica
picardía, forzó un penalti en el minuto 60, que transformó el griego Vassilis
Tsartas con la tranquilidad que le caracterizaba. Además, el delantero
sevillista jugó los dos partidos de la promoción frente al Villareal como
titular, que supuso el ansiado ascenso del Sevilla a primera división.
El Sevilla afrontaba su
vuelta a primera en la campaña 1999/2000. La directiva que presidía Rafael
Carrión no supo gestionar adecuadamente la situación y la mayoría de los
fichajes resultaron ser un fiasco, endeudando aún más al Sevilla, que acabó con
sus huesos en segunda división de nuevo.
Moya apenas pudo tener
protagonismo, participó en apenas 10 encuentros, la mayoría saliendo desde el
banquillo y solo pudo anotar un gol.
Una vez finalizada la
temporada y consumado el descenso, el delantero madrileño queda desvinculado del
club tras finalizar el contrato que había firmado por dos años. El delantero
declararía años más tarde que en Sevilla fue donde más disfrutó del fútbol.
Moya jugó un total 149
partidos de liga con la camiseta del Sevilla entre sus dos etapas incluyendo
los partidos que disputó en segunda y logró marcar 24 goles en liga.
A sus 33 años, Moya se
encontraba sin equipo y a pesar del interés mostrado por algunos clubes de
México y Estados Unidos decide volver al equipo donde se había formado, la RSD
Alcalá, y permanecer cerca de su familia. Allí contribuye al ascenso del equipo
a segunda B y una vez finalizada la temporada decide colgar las botas.
Trayectoria:
1986/91 Valladolid
1991/93 Atlético Madrid
1993/96 Sevilla FC
1996/97 Valencia
1997/98 Mallorca
1998/00 Sevilla FC
2000/01 RSD Alcalá
Más datos:
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