miércoles, 7 de enero de 2015

Soler



Partidos disputados
Primera división
Copa de España
88
75
13
SOLER
(1993/1995)
Miquel Soler Sarasols
16/03/1965 San Esteban de Bas, Gerona
Defensa



Dos temporadas en el Sevilla FC, titular indiscutible, jugador incansable con subidas constantes por la banda izquierda desde el lateral como a veces de extremo, con gran zancada, dominio de balón, buen toque y llegada a la línea de fondo y acertados centros. 



Carrera futbolística (extracto del artículo de RCDM.es, @rcdm)  

Miquel Soler Sarasols nació en Hostalets de’n Bas, Girona, el 13 de marzo de 1965. Formado en la Unió Esportiva Olot, a los 18 años fue contratado por el Espanyol, produciéndose el 3 de septiembre de 1983 su debut en Primera División, ante el Atlético de Madrid. Pocos se podían imaginar, seguramente ni él mismo, que ese iba a ser el primer día de 20 años, que se dice pronto, en la elite del fútbol español.
En el club perico se mantendría durante las próximas cinco temporadas, consagrándose como uno de los mejores laterales izquierdos del país, siendo uno de los principales artífices de los grandes resultados de aquél Espanyol de Javier Clemente que, entre otros, fue subcampeón de la UEFA en el 88, y llegando a convertirse en internacional absoluto.
Fue precisamente en ese verano del 88, en el que Soler disputó la Eurocopa de Alemania con España, cuando dio su primer salto a un grande. Fue el vecino culé quien se llevó al lateral, una de las piezas más codiciadas entonces en nuestro fútbol. En el Barcelona, pero, nunca llegó a ser titular indiscutible y, después de tres campañas en las que disputó 76 encuentros (aunque sólo un tercio de ellos desde el inicio) y conseguir tres títulos, decidió abandonar el club.
Madrid fue su siguiente destino. Concretamente, el Atlético. Pero en la capital sólo estaría un año; una campaña en la que sí fue titular y en la que se volvería a llevar la Copa del Rey. Eso le valió una segunda oportunidad en el Barcelona, pero de poco sirvió. En el dream team de Cruyff Soler no encontró sitio y, después de jugar tan solo tres partidos como titular volvería a abandonar, esta vez para no volver, el vestuario azulgrana.
Demostrando que pese a ello su cartel continuaba siendo excelente, se marchó al Sevilla, uno de los mejores conjuntos del momento, donde coincidió con Unzué, Rafa Paz, Simeone o Davor Suker. En el equipo andaluz Soler encontró la continuidad que necesitaba, disputando todos los encuentros (menos uno) durante las dos temporadas siguientes.
Y tras esas dos excelentes campañas le llegó la oportunidad de jugar en el otro gigante del fútbol español. El Real Madrid, que venía de proclamarse campeón de Liga acabando por fin con la hegemonía del Barcelona de Cruyff, se reforzó de lo lindo para buscar la conquista de Europa, pero, muy al contrario, iba a vivir una temporada para olvidar, al término de la cual Soler tuvo que huir de la constelación de estrellas en la que se había convertido la casa blanca, ambiente en el que el catalán nunca llegó a cuajar.
Fue la temporada de Freddy Rincon, de Rambo Petkovic, del cese de Valdano, que había enamorado a todos el año anterior, y la llegada de Arsenio Iglesias al banquillo blanco. El Real Madrid fracasó en Europa, cayendo eliminado por la Juve, y fracasó en la Liga, donde sólo pudo ser sexto, lo que provocó que el verano siguiente hubiera una auténtica revolución en el vestuario.
Soler, que, no sin polémica, se había quedado sin equipo al terminar su único año de contrato, no encontró acomodo hasta el mercado de invierno, cuando el Zaragoza llamó a su puerta. Pero después de una primera media temporada en la que sí fue titular, en la segunda campaña sólo disputó la mitad de los encuentros, incapaz de ganarse la confianza de Luis Costa, lo que provocó que, una vez más, no se le renovara el contrato y tuviera que buscar nuevo destino. Y fue así como apareció el Mallorca.
Con esas condiciones, con 32 años y después de salir rebotado del Real Madrid y del Zaragoza, parecía que, a pesar de la profesionalidad que había mostrado durante tantos años, Miquel Soler iba a llegar a la isla para vivir un tranquilo y dulce retiro del fútbol. Nada más lejos de la realidad. El catalán cumplió a las mil maravillas, viviendo cinco magníficas campañas que permitieron alargar su carrera hasta el verano de 2003, cuando se despidió venerado por la afición mallorquinista. 
Su llegada, como decíamos, fue con bastantes dudas. Porque el Mallorca necesitaba un recambio para Romero, uno de los mejores laterales zurdos de la historia del club, y no parecía que un jugador que ya estaba en la treintena, de vuelta de todo, y que no había sido titular en el Zaragoza fuera la solución. Sin embargo, Soler demostró estar en un momento de forma envidiable, posiblemente el mejor de su carrera, y desde el primer momento se hizo dueño del carril izquierdo con unas actuaciones sublimes, cumpliendo a la perfección en labores defensivas y sumándose al ataque con velocidad y mucha cabeza, lo que le permitía siempre sorprender al rival.
Hasta que llegamos al curso 2002-2003, el último en la dilatada carrera del nano. La llegada de Manzano al frente de la nave bermellona y la incorporación de Poli, el lateral zurdo del Mallorca durante las tres temporadas siguientes, dan con Miquel Soler, que entonces ya contaba con 37 años, en el banquillo, llegando a disputar apenas seis partidos como titular. 
Eso sí, aquella campaña le sirvió al catalán para llevarse su tercera Copa del Rey particular, que vio desde el banquillo del Martínez Valero, y sobre todo para convertirse en el primer futbolista que llegaba a las 20 temporadas en Primera División, veinte años como profesional en los que lo ha dado todo por cada una de las camisetas que ha defendido
Soler, capaz de disputar hasta 20 temporadas (¡veinte!) en Primera División, con siete equipos distintos, casi todos ellos primeras espadas, e incluso pese a ser lateral izquierdo marcar con todos ellos. Un registro sólo superado por el buen recuerdo que ha dejado en cada uno de esos equipos, fruto de la profesionalidad que demostró durante los 504 partidos, en Liga, que disputó desde 1983 a 2003, año en que se retiró en Mallorca.

Trayectoria:
            1983/88 RCD Espanyol
            1988/91 FC Barcelona
            1991/92 Atlético de Madrid
            1992/93 FC Barcelona
            1993/95 Sevilla FC
            1995/96 Real Madrid
            1996/98 Real Zaragoza
            1998/03 RCD Mallorca


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