Partidos disputados
Primera división
Copa de España |
88
75
13
|
SOLER
(1993/1995)
Miquel Soler Sarasols
16/03/1965 San Esteban de Bas, Gerona
Defensa |
Dos temporadas en el Sevilla FC, titular indiscutible, jugador incansable con subidas constantes por la banda izquierda desde el lateral como a veces de extremo, con gran zancada, dominio de balón, buen toque y llegada a la línea de fondo y acertados centros.
Carrera futbolística (extracto del artículo de RCDM.es, @rcdm)
Miquel Soler Sarasols
nació en Hostalets de’n Bas, Girona, el 13 de marzo de 1965. Formado en la Unió
Esportiva Olot, a los 18 años fue contratado por el Espanyol, produciéndose el
3 de septiembre de 1983 su debut en Primera División, ante el Atlético de
Madrid. Pocos se podían imaginar, seguramente ni él mismo, que ese iba a ser el
primer día de 20 años, que se dice pronto, en la elite del fútbol español.
En el club perico se
mantendría durante las próximas cinco temporadas, consagrándose como uno de los
mejores laterales izquierdos del país, siendo uno de los principales artífices
de los grandes resultados de aquél Espanyol de Javier Clemente que, entre
otros, fue subcampeón de la UEFA en el 88, y llegando a convertirse en internacional
absoluto.
Fue precisamente en ese
verano del 88, en el que Soler disputó la Eurocopa de Alemania con España,
cuando dio su primer salto a un grande. Fue el vecino culé quien se llevó al
lateral, una de las piezas más codiciadas entonces en nuestro fútbol. En el
Barcelona, pero, nunca llegó a ser titular indiscutible y, después de tres
campañas en las que disputó 76 encuentros (aunque sólo un tercio de ellos desde
el inicio) y conseguir tres títulos, decidió abandonar el club.
Madrid fue su siguiente
destino. Concretamente, el Atlético. Pero en la capital sólo estaría un año;
una campaña en la que sí fue titular y en la que se volvería a llevar la Copa
del Rey. Eso le valió una segunda oportunidad en el Barcelona, pero de poco
sirvió. En el dream team de Cruyff Soler no encontró sitio y, después de jugar
tan solo tres partidos como titular volvería a abandonar, esta vez para no
volver, el vestuario azulgrana.
Demostrando que pese a
ello su cartel continuaba siendo excelente, se marchó al Sevilla, uno de los
mejores conjuntos del momento, donde coincidió con Unzué, Rafa Paz, Simeone o
Davor Suker. En el equipo andaluz Soler encontró la continuidad que necesitaba,
disputando todos los encuentros (menos uno) durante las dos temporadas
siguientes.
Y tras esas dos
excelentes campañas le llegó la oportunidad de jugar en el otro gigante del
fútbol español. El Real Madrid, que venía de proclamarse campeón de Liga
acabando por fin con la hegemonía del Barcelona de Cruyff, se reforzó de lo
lindo para buscar la conquista de Europa, pero, muy al contrario, iba a vivir
una temporada para olvidar, al término de la cual Soler tuvo que huir de la
constelación de estrellas en la que se había convertido la casa blanca, ambiente
en el que el catalán nunca llegó a cuajar.
Fue la temporada de
Freddy Rincon, de Rambo Petkovic, del cese de Valdano, que había enamorado a
todos el año anterior, y la llegada de Arsenio Iglesias al banquillo blanco. El
Real Madrid fracasó en Europa, cayendo eliminado por la Juve, y fracasó en la
Liga, donde sólo pudo ser sexto, lo que provocó que el verano siguiente hubiera
una auténtica revolución en el vestuario.
Soler, que, no sin
polémica, se había quedado sin equipo al terminar su único año de contrato, no
encontró acomodo hasta el mercado de invierno, cuando el Zaragoza llamó a su
puerta. Pero después de una primera media temporada en la que sí fue titular,
en la segunda campaña sólo disputó la mitad de los encuentros, incapaz de
ganarse la confianza de Luis Costa, lo que provocó que, una vez más, no se le
renovara el contrato y tuviera que buscar nuevo destino. Y fue así como
apareció el Mallorca.
Con esas condiciones,
con 32 años y después de salir rebotado del Real Madrid y del Zaragoza, parecía
que, a pesar de la profesionalidad que había mostrado durante tantos años,
Miquel Soler iba a llegar a la isla para vivir un tranquilo y dulce retiro del
fútbol. Nada más lejos de la realidad. El catalán cumplió a las mil maravillas,
viviendo cinco magníficas campañas que permitieron alargar su carrera hasta el
verano de 2003, cuando se despidió venerado por la afición mallorquinista.
Su llegada, como
decíamos, fue con bastantes dudas. Porque el Mallorca necesitaba un recambio para
Romero, uno de los mejores laterales zurdos de la historia del club, y no
parecía que un jugador que ya estaba en la treintena, de vuelta de todo, y que
no había sido titular en el Zaragoza fuera la solución. Sin embargo, Soler
demostró estar en un momento de forma envidiable, posiblemente el mejor de su
carrera, y desde el primer momento se hizo dueño del carril izquierdo con unas
actuaciones sublimes, cumpliendo a la perfección en labores defensivas y
sumándose al ataque con velocidad y mucha cabeza, lo que le permitía siempre
sorprender al rival.
Hasta que llegamos al
curso 2002-2003, el último en la dilatada carrera del nano. La llegada de
Manzano al frente de la nave bermellona y la incorporación de Poli, el lateral
zurdo del Mallorca durante las tres temporadas siguientes, dan con Miquel
Soler, que entonces ya contaba con 37 años, en el banquillo, llegando a
disputar apenas seis partidos como titular.
Eso
sí, aquella campaña le sirvió al catalán para llevarse su tercera Copa del Rey
particular, que vio desde el banquillo del Martínez Valero, y sobre todo para
convertirse en el primer futbolista que llegaba a las 20 temporadas en Primera
División, veinte años como profesional en los que lo ha dado todo por cada una
de las camisetas que ha defendido
Soler, capaz de disputar
hasta 20 temporadas (¡veinte!) en Primera División, con siete equipos
distintos, casi todos ellos primeras espadas, e incluso pese a ser lateral
izquierdo marcar con todos ellos. Un registro sólo superado por el buen
recuerdo que ha dejado en cada uno de esos equipos, fruto de la profesionalidad
que demostró durante los 504 partidos, en Liga, que disputó desde 1983 a 2003,
año en que se retiró en Mallorca.
Trayectoria:
1983/88 RCD Espanyol
1988/91 FC Barcelona
1991/92 Atlético de Madrid
1992/93 FC Barcelona
1993/95 Sevilla FC
1995/96 Real Madrid
1996/98 Real Zaragoza
1998/03 RCD Mallorca
Enlaces de interés:
- Estadísticas en Bdfutbol
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