miércoles, 30 de mayo de 2018

Otero



Partidos disputados
Primera división
Segunda división
Copa España
44
22
18
4
OTERO
(1999/2002)
Marcelo Alejandro Otero Larzábal
14/04/1971 Montevideo (Uruguay)
Delantero




Delantero centro uruguayo con vitola de goleador. Precedido de su paso por el Calcio, con sus buenas estadísticas, se esperaba a un futbolista rápido, de gran desenvoltura, hábil rematador y oportunismo cara a gol, que ante el regreso a Primera División fuera un puntal en el equipo. En su estancia en Nervión no demostró nada. Uno de los grandes fiascos en tema fichajes.




Carrera deportiva (extracto del artículo de Sevillismo en vena, @Sebarili)


Marcelo Alejandro Otero Larzábal nació en 1971. Arrancó su carrera como profesional en el Rampla Juniors, desde donde dio el salto a uno de los grandes de Uruguay, el Peñarol. Ahí se consagraría como gran goleador formando una gran pareja ofensiva junto a Darío Silva, quien años más tardes también jugaría en el Sevilla.

Tras proclamarse campeón de la Copa América con la selección uruguaya, fue traspasado al Vicenza italiano, donde permaneció cuatro temporadas demostrando una gran capacidad goleadora y añadiendo la Copa de Italia a su palmarés en 1997.

En 1999, tras el descenso del Vicenza a la Serie B, el Sevilla afrontaba su regreso a la máxima categoría e influenciado por el representante Paco Casal, no dudó en endeudarse hasta los ojos para fichar a Marcelo Otero, de 28 años, pagando por su traspaso unos 1.000 millones de las antiguas pesetas (6 millones de euros) y convirtiéndose así en la segunda inversión más cara de la historia del club tras el argentino Matías Almeyda.

A pesar de llegar a Nervión con la vitola de goleador y de ser una de las máximas figuras del Calcio, Otero no demostró absolutamente nada en el Sevilla. El delantero charrúa no estuvo a la altura desde el primer momento y los 1.000 millones que pagaron por él se convirtieron en una losa demasiado pesada. En su primera campaña, el uruguayo nunca terminó de ganarse la titularidad a pesar de la falta de gol del equipo y el Sevilla acabó descendiendo como colista tras una pésima campaña. La desidia de Otero tuvo su punto álgido en el Carlos Tartiere, el estadio del Oviedo, donde tras haber superado al guardameta rival prefirió marcharse a celebrar el gol en vez de acompañar al balón en su trayectoria hacia la portería, haciendo posible que un defensor evitara el gol en última instancia. Para más inri, el uruguayo se vio implicado, junto a sus compañeros Olivera y Zalayeta, en una pelea con unos jóvenes en un pub de la ciudad que acabaría en los juzgados.

A pesar de su fracaso absoluto, Otero continuó en el Sevilla, entre otras cosas porque ningún equipo se interesó por él debido al alto salario que percibía. En segunda división jugó aún menos minutos que en su primera temporada y una vez consumado el regreso del conjunto sevillista a la máxima categoría, siguió en el conjunto sevillista para la siguiente campaña, pese a los intentos del club para desprenderse de él de cualquier manera, incluso se barajó seriamente la posibilidad de cederle al Peñarol pagándole una amplia parte de la ficha.

La participación de Otero en su tercera campaña se redujo a 25 minutos en la Copa del Rey frente al Ciudad de Murcia, por lo que a mitad de temporada llegó a un acuerdo para desvincularse del club definitivamente dejando un balance de 44 partidos oficiales y solo 2 goles anotados. Desde entonces, Marcelo Otero pasó a la historia del Sevilla.
Después de su accidentado paso por tierras andaluzas, el futbolista uruguayo intentó relanzar su carrera sin éxito, primero en el Colón (Argentina) y luego en el Fénix (Uruguay), por lo que finalmente acabó retirándose con apenas 32 años. Tan bien debió vivir en Sevilla que una vez concluida su carrera futbolística, regresó a la ciudad para establecerse definitivamente.

Después de algunos años en la ciudad, donde llegó a jugar con el Sevilla de veteranos y se dedicó al comercio de productos cosméticos, regresó definitivamente a Uruguay para intentar vincularse de nuevo al fútbol. Aunque su idea era la de ocupar algún cargo en la secretaría técnica de algún club del país o iniciar una nueva carrera como entrenador, acabó volviéndose a calzar las botas en las filas del Huracán (segunda división uruguaya) a sus 41 años para vivir una segunda y corta etapa como futbolista.

Trayectoria:
1993/95 Peñarol (Uruguay)
1995/99 Vicenza (Italia)
1999/01 Sevilla FC
2001/02 Sevilla FC / Colón (Argentina)
2002/03 Colón (Argentina) / CA Fénix (Uruguay)
2003/04 CA Fénix (Uruguay)
2013      Huracán (Uruguay)


            

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